Saturday, April 30, 2005

Patrimonio. Una historia verdadera ('Patrimony. A true story', 1991), d'en Philip Roth no és una novel.la extraordinària, però el seu caràcter biogràfic, amb una remarcable, obscena sinceritat (a l'estil d'Experiència, d'en Martin Amis, que és molt superior), i la intel·ligència clara del seu autor la fan interessant, i de vegades, estimable.

Camí de casa de son pare per comunicar-li la seva (de son pare) malaltia fatal, Philip agafa la sortida d'autopista equivocada —en una equivocació que no sap si atribuir enterament a la casualitat— i arriba al cementeri on hi ha enterrada sa mare:

Lo que demuestran los cementerios, al menos a las personas como yo, no es que los muertos estén presentes, sino que ya se han ido. Ellos se han ido y nosotros, por el momento, aquí estamos. Esto es fundamental y, por inaceptable que resulte, muy fácil de entender.

Analitzant el comportament de son pare l'endemà mateix de la mort de la seva dona, Philip observa que:

Fue el primitivismo de mi padre lo que más sorprendido me dejó. Allí solo, vaciando los cajones y los armarios de mi madre, parecía impulsado por un instinto que quizá pudiera considerarse natural en una fiera o en un salvaje, pero que iba en contra de todos o casi todos los ritos mortuorios que la sociedad ha ido creando para mitigar la sensación de pérdida en quienes sobreviven a la muerte de un ser querido. Y sin embargo, también había algo casi admirable en esta resolución despiadadamente realista de admitir, al instante, que ahora ya era un viejo que vivía solo y que las reliquias simbólicas en modo alguno podían sustituir a quien había sido su auténtica compañera durante cincuenta y cinco años. No me pareció que fuera por miedo al poder espectral que pudieran poseer las cosas de mi madre por lo que quería desembarazar de ellas su casa, sin dilación —enterrarlas ya—, sino más bien porque se negaba a eludir el más brutal de todos los hechos.

Ja mort Herman Roth, Philip té un somni, jo diria que profund:

El sueño me decía que —ya que no en mis libros ni en mi vida—, al menos en mis sueños yo seguiría siendo para siempre el hijo niño de mi padre, con la conciencia de un hijo niño, y que él seguiría vivo no sólo como padre mío, sino como PADRE, en permanente juicio de todas mis acciones.

Llegiré altres coses d'en Philip Roth. He sentit a dir que la seva millor novel·la és Portnoy's Complaint, 'El lamento de Portnoy'. No cal dir que agrairé qualsevol recomanació o comentari que, a través del botó de 'Comments', qualcú tengui l'amabilitat de fer.

3 comments:

Anonymous said...

Hi pal,

interesting entry.

According to Amis - whose "Experience" is likely to be far and away better than Roth's "Patrimony" :) - "Portnoy's Complaint" shows Roth at one of his two particular pinnacles, the one dealing with the art of unfolding a brilliant idea and theme. The second one he has not reached yet, as the quality of his prose and phrasing still lies on the improving side of the slope. A pace which, apparently, has run parallel to the ever sillier themes he's been writting about after "Portnoy".

-t

Eduard Fabra said...

Hi t! Many thanks for the comment.

Unfortunately, my local library hasn't got a copy of Portnoy's... And due to monetary, and above all spatial, restraints, I follow the rule of no buying fiction unless I've read it previously (of course I have a white list, but all authors there are dead and I've read them all) :-)

Think I'll fill a desideratum form with the library... :-)

Portnoy said...

Debes tener una cosa en cuenta Roth es el eterno candidato a ganar el Nobel año tras año. Portnoy's complaint es, sino su mejor novela, sí la que le lanzó a la fama, por, sobre todo, su incorrección tamática y formal. Pero Roth a dado muestras después de un gran nivel literario: Sabbath's theatre, The human stain, I'm married with a comunist, American Pastoral y tantas otras.
En contra de Roth se puede decir que abusa del mismo esquema narrativo, aunque nunca sabes donde puede llevarte su magistral prosa.

Salut a ses illes.